Contrariamente a lo que se piensa, las baldosas y las lechadas no son impermeables. Si bien los azulejos brindan el "factor sorpresa", la clave para cualquier instalación de ducha exitosa radica en lo que hay debajo de los azulejos: su sistema de impermeabilización.
Y dado que una ducha promedio recibe más agua que el techo de su casa cada año, es crucial contar con un sistema de impermeabilización adecuado.